Estás tú, tu dolor y la frustración intentando aceptar que el proyecto de familia ya no será, y te preguntas cosas como:
¿Podré superar el divorcio?
¿Me liberaré de la culpa que siento?
¿Cómo logro enfocarme en mí?
También están tus hijos, entre medio de un amor que ya no es, padres que sufren, y una nueva estructura familiar, y te preguntas cosas como:
¿Qué será lo que necesitan de mí ahora?
¿Cómo los ayudo a transitar el dolor?
¿Cómo hago para que les afecte lo menos posible?
Da un paso a la vez.
Si tú no estás bien y transitando tu propio proceso de sanación,
¿cómo pretenderás ayudarlos a ellos?